EL DESPERDICIO ALIMENTARIO

¡Hola, probokkers! Comenzamos con una sección que hemos llamado hoy qué veo. En ella compartiremos opiniones sobre documentales o películas relacionadas con la gastronomía o la comida. Para este primer día he elegido un documental que habla sobre el desperdicio alimentario con el que me topé por casualidad en Amazon Prime Video. Se llama Just eat it, se estrenó en 2014 en Canadá y dura tan solo 1 hora y 15 minutos.

En el documental se sigue la historia de una pareja que durante 6 meses decide vivir únicamente de desperdicio de comida. Nos invitan a realizar una reflexión sobre nuestros hábitos de consumo que considero interesante que todos hagamos.

¿QUÉ ES EL DESPERDICIO ALIMENTARIO?

Cuando hablamos de desperdicio alimentario estamos hablando de todos aquellos alimentos que son descartados y desechados al contenedor. Según un estudio realizado en Estados Unidos, en casa desperdiciamos del 15 al 25% de la comida que compramos. España es el 7º país del mundo que más comida tira: cada año tiramos más de 7,7 millones de toneladas de comida a la basura, lo que son 176 kilos por persona.

¿POR QUÉ SE PRODUCE?

1. EL EXTERIOR ES LO IMPORTANTE:

Alguna vez he ido al supermercado a comprar tomate triturado y he visto un bote abollado y uno sin abollar. La mayoría de las veces he elegido el que no está abollado aun sabiendo que probablemente su interior esté en perfecto estado. De esta manera estoy contribuyendo a que el que no coja por su aspecto, termine en la basura.

Un ejemplo más claro lo tenemos con la fruta y la verdura. Creemos que cuanto mejor aspecto, brillo y proporciones, mejor será su sabor; pero la realidad es distinta. Si las frutas y verduras brillan mucho es porque han sido muy procesadas con pesticidas y químicos para embellecer su imagen exterior y ser más atractivas al ojo del consumidor. Los supermercados tienen unos cánones estrictos que sus alimentos deben cumplir para poder venderse. Muchas veces tiran contenedores enteros de alimentos en perfecto estado solamente porque el fabricante se ha equivocado en algo del etiquetado. 

2. SOLEMOS COMPRAR POR IMPULSO:

No es algo extraño ir a comprar, llenar el carro sin medida y al llegar a casa darnos cuenta que muchas de las cosas que hemos comprado ya las teníamos. Es recomendable ir a comprar cuando estemos saciados. Si vamos cuando tenemos hambre, cogeremos muchas cosas que realmente no necesitamos. 

3. DESCONOCIMIENTO DEL ETIQUETADO:

No sé la de veces que habré tirado un yogur a la basura por estar caducado uno o dos días. No solemos entender el significado y diferencia entre las fechas de caducidad y las de consumo preferente. Las fechas de consumo preferente son indicadores de calidad no de seguridad; por lo que, dependiendo del producto que vayamos a consumir, si han pasado un par de días no significa que esté malo, sino que sus condiciones no son las que tenía cuando se fabricó. Normalmente si el producto ya ha superado la fecha de caducidad no se debería consumir, pero hay productos como los yogures, los enlatados o las bebidas, en los que disminuye el riesgo.

¿QUÉ EFECTOS TIENE EN EL CAMBIO CLIMÁTICO?

No debemos obviar que cada una de nuestras acciones no son acciones aisladas y tienen un gran impacto en todo aquello que nos rodea. Cuando consumimos un alimento, es importante que reflexionemos acerca de todos los procesos que ha tenido que pasar y los recursos que se han empleado para que llegue a nuestro plato. Por ejemplo, si desperdicio una manzana, estoy desperdiciando la tierra, el agua, las semillas, la luz solar y todos los recursos empleados en su cosecha y empaquetamiento. Esa manzana llegará a un vertedero gigante y tardará un tiempo en pudrirse. Cuando esto ocurra, se produce metano, y se calcula que el 10% de los gases de efecto invernadero son generados por el desperdicio alimentario. Dicho de otra manera, solo en Estados Unidos esta cifra equivale a las emisiones de gases de efecto invernadero que pueden generar 43 millones de coches. Impresiona, ¿verdad?

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA EVITARLO?

Algunas empresas como Too good to go se encargan de frenar este desperdicio en establecimientos. A través de su app ayudan a que los alimentos que no se han vendido no terminen en la basura. 

En algunos buffets cobran un incremento si coges mucha comida y finalmente no te la comes. Tenemos que ser conocedores de nuestros propios límites y no coger o comprar una cantidad de comida que no vamos a ser capaces de consumir. Si voy a comer fuera y no me puedo terminar la comida, pido que me la pongan para llevar.

Algunas de las ideas que salen en el documental para reducir nuestro desperdicio alimentario son las siguientes: 

1. Usar mucho más el congelador, casi todo se puede congelar. Si tenemos algo en la nevera y creemos que no nos va a dar tiempo a comerlo antes de que se haga malo, lo congelamos y evitamos que termine en el cubo de la basura.
2. Planificar las comidas antes de ir a hacer la compra. De esta manera vamos con una idea clara de lo que necesitamos para ese día y/o semana y evitamos comprar comida de más.
3. ¡Deja volar tu imaginación y ponte creativo! Podemos hacer mucha más comida de la que pensamos con lo que tenemos en la nevera.
4. Por último, crear un cajón en la nevera que se llame “cómeme primero” y poner en él toda la comida que se vaya a hacer mala pronto.

Tenemos que darnos cuenta que con pequeños gestos podemos aportar mucho. Podemos empezar por pequeños cambios y poco a poco ir añadiendo más. Cada uno tiene un ritmo diferente, pero todo el mundo puede hacerlo. Os aseguro que en el momento en el que te das cuenta de ello, ya no hay vuelta atrás y cada vez eres más consciente del impacto que tus acciones tienen en el mundo. 

Os dejo por aquí el trailer por si tenéis curiosidad y queréis echarle un vistazo:

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